Sin tanta parafernalia Yuri salió al escenario a las 10:20 de la noche con la balada «Es ella más que yo», posicionándose al frente de una gran pantalla que de manera aleatoria proyectaba imágenes para variar el fondo.
Vestida de encaje blanco en corte de sirena y con una corona de caracoles y diamantes, Yuri dijo estar feliz de cantar en Mérida, agradeciendo al público y a todo el equipo que hizo posible que su «Tan cerquita tour» se presentará en la Unidad Deportiva Rogers, tan cerquita de todos.
La cantante compartió sus éxitos de las décadas 80 y 90, cuyos vídeos (algunos, en realidad) se grabaron en Yucatán en paisajes naturales y ex haciendas henequeneras.
E
n la primera parte del programa, Yuri interpretó «Déjala», «Amiga mía», «¿Qué te pasa?», «Lástima» y Esperanzas», esta última de su álbum «Primera fila» y que canta a lado de Mijares de quien dijo en broma: exige silla de ruedas y oxígeno para ir a grabar, y que juega mucho con él sobre quien es más viejo.
Fue hasta el cuarto cambio de vestuario, un vestido negro con flores bordadas, cuando ofreció «Maldita Primavera», uno de sus más grandes éxitos, logrando que la gente se emocionara y cantara (y tratara de imitar el tono) desde su lugar, así en el área general o el VIP donde se colocaron mesitas para comodidad del público. Con ese vestido cantó también «Yo te pido amor» y «Ya no vives en mí», está última, que interpreta a dúo con Carlos Rivera, es el dueto más comprado en iTunes.
Más de hora y media, la veracruzana, a quien muchos no dudan en llamar la «Madonna mexicana», ya había tenido varios cambios (encajes, lentejuelas, leotardos en plata, fushia y dorado, bordados, vestidos entallados, transparentes o de falda ancha, sombreros y diferentes tocados, incluyendo uno de caracoles); lo que si no cambió fue el ánimo que mantuvo de principio y fin, y que llegaba a dosis altas en canciones como «Cuando baja la marea», «Detrás de mi ventana» y «No tengo dinero».
La cantante se despidió con «Hombres al borde de un ataque», que mezcló con algunas canciones de samba, pero dejó para lo último «El apagón» que bailó y cantó luciendo un colorido traje naranja de rumbera.
