«Pan de muerto», la puesta en escena protagonizada por María Rebeca y Adrián Rubio, cautivó al público que acudió a verla la semana pasada en el recién estrenado Teatro Libertad.
Durante una hora y veinte minutos los espectadores disfrutaron, rieron y se asustaron ante lo ocurrido a Dimas (Adrián Rubio) un hombre desilusionado de la vida que creció con la imagen paterna de Pedro Infante.
Ya, para qué mantener el misterio, si hasta el mismo promocional de la obra, escrita por Ana María Vázquez, menciona que Dimas trabaja en una funeraria y es necrófilo.
En efecto, cuando está a punto de satisfacer sus deseos con uno de los dos cadáveres que tiene que maquillar y embalsamar, éste se despierta.
Y es entonces que se desborda una historia de humor negro ante la situación ocasionada por el despertar de Beatriz (así se llama la muerta o ex muerta, interpretada por María Rebeca), quien en un principio no recuerda ni su muerte, y luego es ella que intenta seducir a Dimas, quien la mayor parte de la obra se la pasó sin camisa.
María Rebeca también deja ver parte de sus encantos durante breves segundos, pero eso es lo de menos, lo que realmente vale la pena es que obras de este tipo por fin se vuelvan a ver en la ciudad.
Y ¿Por qué se llama Pan de Muerto? Será porque la trama se desarrolla un 1 de noviembre o hay algo más… Habrá que descubrirlo por sí mismo por si alguna vez se vuelve a presentar en la ciudad.
