Más de ocho mil personas disfrutaron del espectáculo arrebatador que el cantante Marc Anthony ofreció la noche del martes en el Coliseo Yucatán.
El segundo concierto del “Tour Vivir mi vida” rompió con los mitos de supersticiosos de martes 13, pues contrario a Cancún, donde tuvo una presentación sin sabor, Mérida marcó la diferencia con gente que lo ovacionó desde la primera a la última canción.
Los gritos se iniciaron a partir de que el puertorriqueño apareció en el escenario con “Valió la pena” y así siguió hasta el último acorde de “Vivir mi vida”, tema con el que cerró la velada.
Con las manos arriba, lanzando gritos o haciendo olas humanas, el público respondió a todas las sugerencias y movimientos del artista.
Muchos no desaprovecharon la oportunidad de bailar desde sus asientos temas como “Hasta que te conocí” o “¿Y cómo es él?”.
Marc Anthony mandó besos, se tomó fotos, compartió bebidas con el público y recibió personalmente los regalos que sus fans le entregaron: flores, gorras y hasta un calzón gigante con un número telefónico, el único objeto que regresó a buscar al despedirse del escenario.
Fue la actitud del cantante, conectado con su público, que hizo al espectáculo el más representativo del Coliseo Yucatán.
Un llenó total de publicó y la luna llena enmarcaron el escenario del puertorriqueño, que no se fue sin disfrutar de un minuto de aplausos mientras su rostro se mostraba notablemente conmovido.