Entrevista a Juan Matú
(Periodista y creador literario)
El poema pregunta
II
El andar las calles
con un pájaro al atardecer
Los espejos redondos
donde el miedo en serio
Y después de cuanto
la naturaleza de la luz
el augurio
otro abrazo
para el alba y el milagro
Melba Alfaro
Emocionada reconozco en el periodista Juan Matú su búsqueda incesante por un mundo mejor. Él no teme los encuentros con la vida, los caminos empedrados, aquellos avatares que pueblan su oficio.
Juan, licenciado en periodismo y ciencias de la comunicación es un profesional que gusta de prepararse siempre, se diplomó en la Escuela de Escritores Leopoldo Peniche Vallado y, ahora mismo, asiste a un curso de fotografía que disfrutará intenso por un año.
Juan es modelo de familia, le amanece cuando el sol no acaba de resplandecer y se dedica a ella como centro primario, pues de ahí le surgen energías.
En esta entrevista para nuestra revista se le hicieron dos preguntas y lo invité a la respuesta inmediata del Poema pregunta II:
¿Cuál es el signo inevitable y evidente en tus textos periodísticos?
El compromiso social, creo en ello, no se trata de sólo informar hechos o sucesos, sino de ofrecer al lector aquello que le permita formarse una opinión amplia y crítica de lo que sucede en su entorno.
Quienes nos dedicamos al ejercicio periodístico no podemos conformarnos con ser “acarrea datos”, tenemos que asumir un rol más comprometido con los hechos que plasmamos en nuestras redacciones; si uno cubre una nota política, ubicar al lector en el contexto adecuado de lo que expresan los actores; en medio de ellos es mejor. Que sea el lector quien asuma una postura crítica, pero que lo haga de manera consciente e informada. Tenemos que animarlo a ser actor social en su entorno: una nota informativa debe ayudar a tomar decisiones a un conglomerado social sobre el cuidado del medio ambiente; auxilio a grupos vulnerables; demandar a sus autoridades servicios de calidad, escuchar la voz de los representados, por citar algunos ejemplos.
Carlos Monsivais repetía con mucha frecuencia y preocupación la superficialidad del llamado periodismo moderno, sustentado en dos elementos centrales: la entrevista de banqueta, aquella sin preparación y con temas, en la mayoría, de casos superfluos, y las declaraciones de confrontación entre actores políticos, sociales, económicos que permiten crear agendas de cierta durabilidad en el interés del público, pero sin contenido social.
En cada texto, el periodista no debe perder de vista que asume un papel de trascendencia crítica para la comunidad en la que trabaja y para la cual se convierte un poco en antropólogo social, historiador, investigador, psicólogo, abogado, analista político, etcétera.
Por ello, en cada uno de los textos que redacto trato de plasmar todas aquellas expresiones –lo más comprensible y sencillamente posible- que al lector le ayude a informarse pero también formarse. En lo particular suelo ofrecerle un contexto de los hechos para mejorar su visión crítica e inclusive recordar cuál fue el resultado de tal o cual decisión del actor social.
Una de las ventajas que tenemos en Notimex, agencia informativa mexicana de presencia internacional en la que laboro, corresponde a la exigencia de no utilizar adjetivos calificativos lo que también te obliga a ser lo más veraz posible con la información que das a conocer.
Si bien es cierto que en cada uno de mis textos existe un estilo propio de abordar la nota, también lo es que en ella comulgan las experiencias de otros periodistas, ello a través de las múltiples lecturas que mi dinámica profesional exige y que me ayuda a ampliar mis horizontes informativos o de debate.
¿Recuerdos de tu trabajo profesional?
Son innumerables. Una de las ventajas que ofrece el periodismo fuera de la capital del país es la exigencia de ser multifacético y no especializarte en una sola fuente, así, se es capaz de cubrir casi cualquier tipo de nota, la única limitante es la aversión a determinado tema.
Lo más impactante en mi vida profesional creo que ha sido el haber cubierto el drama social que dejó el paso del huracán Isidoro a su paso por la zona oriente del estado, el no poder ofrecerle alimentos a los niños mientras nadaban entre animales muertos, pero al mismo tiempo fue gratificante el saber que algunas de esas crónicas motivaron el envío de apoyo por parte de personas de otras entidades del país.
La de mayor adrenalina tal vez fueron los conflicto sociales vividos durante la gestión de la ex alcaldesa Ana Rosa Payán Cervera, cuando incluso fue agredida por locatarios del mercado Lucas de Gálvez y posteriormente la toma de unidades del transporte público por ciudadanos molestos por el programa de transporte que terminó en una batalla campal.
Las de mayor “color periodístico” fueron los funerales del arzobispo Manuel Castro Ruíz y conocer la cripta que existe para estos jerarcas católicos bajo la catedral de Mérida, así como las ceremonias luctuosas para un general en activo, que por su marcialidad suelen ser muy amplias.
Los recuerdos son muchos: evoco la sencillez de trato de la premio Nobel Rigoberta Menchú; la sagacidad para responder del extinto obispo Samuel Ruiz García; el sarcasmo y la diplomacia que utiliza el arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán; la astucia maquiavélica de Carlos Salinas de Gortari; el impactante aparato de seguridad de Bill Clinton y George Bush; el protocolo de los príncipes de Luxemburgo, entre otros.
Juan Matú redacta cuentos, se aventura en la escritura de poemas, presenta libros, se entusiasma con las estrellas y signos de las matemáticas en el tiempo y el espacio. Juan contesta, le escucho, les comparto:
El andar las calles
Satisface la memoria de lo absurdo y el ego de la nada.
Con un pájaro al atardecer
Me arropo para volar en su propia existencia.
Los espejos redondos
Reflejan mi vida oculta y la máscara exterminio.
Donde el miedo en serio
Contemplo el ser que soy y que evado.
Y después de cuanto
Estás ahí, en espera del lánguido aliento de mi alma.
La naturaleza de la luz
Fenece en el lado obscuro del sol.
El augurio
Tintinea a su llegada.
Otro abrazo
Y otro más encapsula nuestras vidas ajenas.
Para el alba y el milagro
La esperanza eterna de tu existencia.
Definitiva sensibilidad en lo espontáneo de la inmediatez, es un creador, es un periodista, es la disciplina y también un buen compañero, sus pares en la escuela lo han testimoniado.
Comulgo con él en las visiones de familia y las trágicas de “Isidoro” con lo indivisible de la generosidad solidaria.
Por los jardines de Bellas Artes intercambiamos libros y lecturas, por los estacionamientos ideas, en los eventos culturales noticias. Estas le aguardan, la familia lo espera, en Escenario Magazine queda su paso y expresiones.