Por: Ligia Alfaro Gómez
Pasan los minutos y solo pienso como escribiré la nota que refleje todo lo vivido durante el concierto «The Greatest Hits» que Laura Pausini ofreció el 22 de noviembre en el Coliseo Yucatán.
Llego a la gran conclusión que es imposible ocupar dos, tres, cuatro páginas, no bastarían para narrar lo acontecido esa noche.
¿Que cantó? Sus mejores canciones. ¿Cuáles cantó? TODAS. ¿De que habló? de todo.
La intérprete se desenvolvió completa en el escenario, demostrado que su voz es real, hablando de sus sentimientos, anécdotas, su crecimiento personal, hasta llegar a la siguiente conclusión: «Debajo de toda esta ropa, esta escarcha, el brillo, después de quitarnos el maquillaje, los artistas somos una persona como tú».
El concierto inició a las 9:30 de la noche y termino tres horas después.
La primera sorpresa de la noche: La aparición de Laura en el escenario entre dos banderas mexicanas cantando «Amor eterno” de Juan Gabriel, vestida de con un terno yucateco en vez del traje charro que utilizó en presentaciones anteriores del mismo espectáculo.
La celebración de sus dos décadas de trayectoria incluyó varios cambios de vestuario, desde el sobrio traje negro hasta un traje de salsa.
El #EquipoPausini se hizo presente con los jóvenes Zack y Lorelí, el primero con «Primavera anticipada» y la segunda con «Gente».
Acompañada de orquesta, banda, coristas, bailarines, pantallas gigantes, pantallas de leds y varias luces robóticas, la noche cobró euforia cuando cantó su nuevo sencillo «Sino a ti», «En cambio no”, «Limpio», «Víveme», «Emergencia de amor», «Amores extraños», «Se fue», «Entre tú y mil mares» para finalizar con «La Soledad».
Llamaron la atención una gorra que le regalaron con el lema de «Equipo Pausini», el compromiso matrimonial de los jóvenes Valentina y Esteban, ubicados en las primeras filas frente al escenario, y los varios mensajes contra la homofobia y a favor del amor.
En resumen, una noche extraordinaria donde la italiana se ganó el corazón de los yucatecos.